Los resultados del relevamiento Q3.2023 sobre los métodos de pago utilizados en eCommerce en América Latina muestran que la tarjeta de crédito sigue siendo la opción preferida a nivel regional con un 40.7% de participación en el mix regional (considerando los 18 países incluidos), aunque en algunos mercados en particular su peso llega hasta niveles del 80%. En segundo lugar se ubican las soluciones de pago vinculadas a billeteras virtuales y afines, con un 22.6% y en tendencia de crecimiento (en nuestro relevamiento 2021.Q1 sólo representaba el 14.5% a nivel regional). Las tarjetas de débito siguen en orden de importancia con un 16.7%, las redes de cobranzas y opciones de efectivo con el 11.4%, las transferencias bancarias con el 6.3% y otras opciones como BNPL, postpago y vinculadas a criptoactivos, el 2.2% restante.
La participación de las transferencias de cuenta a cuenta (A2A) en el valor de los pagos vinculados a eCommerce experimenta un aumento importante, destacándose especialmente los casos de Brasil, Colombia y Perú. En otros países, como Argentina, el establecimiento de nuevas regulaciones promoviendo la interoperabilidad de códigos QR y exigiendo a los proveedores de servicios de pago aceptar pagos directos desde cuentas bancarias, influyen en un cambio de mix de pagos en la medida que los consumidores se familiarizan con las opciones disponibles. El avance de nuevas opciones no siempre es fluido y en ocasiones como ser México el nivel de adopción crece pero de forma gradual y lenta. Por otra parte, opciones como PIX (Brasil) han permitido reducir costos a comerciantes y mejorar notablemente niveles de inclusión financiera. La rapidez de las transacciones, la buena usabilidad de las apps en teléfonos móviles y la adopción masiva del QR han permitido tasas de crecimiento notables de estas formas pago.
Analizando la evolución a lo largo del tiempo, es posible apreciar una gradual reducción en el uso de la tarjeta de crédito hacia alternativas de pago en eWallets o de pago instantáneo. Esta tendencia se puede ver en varios países, aunque el ritmo de cambio es rápido en algunos mercados y mucho más lento en otros. Asimismo, la preferencia hacia el uso del efectivo, redes de cobranzas o similares continúa en retroceso aunque previsiblemente mantenga una parte del volumen durante varios años.
