El ecosistema de pagos con tarjeta en México continúa evolucionando a un ritmo constante, con transacciones con tarjetas de crédito y débito que muestran un notable crecimiento interanual a abril de 2025. Según la última edición de nuestra investigación de mercado en curso, que rastrea el volumen y el valor de las transacciones mensuales y anuales en más de 25 categorías desde 2009, el comportamiento del consumidor refleja una combinación dinámica de gasto minorista tradicional y adopción digital.

En abril de 2025, el gasto total con tarjetas de crédito alcanzó los 212.3 mil millones de pesos mexicanos , mientras que las tarjetas de débito representaron 288.9 mil millones de pesos en valor de transacción. En términos de transacciones, se registraron 258.5 millones de operaciones con tarjetas de crédito y 645.9 millones con tarjetas de débito , lo que demuestra el uso generalizado del débito para las compras diarias.
En comparación con el mismo mes del año anterior, las transacciones con tarjeta de crédito registraron un aumento del 18,0% en valor y del 19,4% en volumen , lo que refleja una sólida recuperación de la confianza y el poder adquisitivo del consumidor. Las transacciones con tarjeta de débito también experimentaron un crecimiento de dos dígitos, con un aumento del 14,3% en valor total y del 17,1% en número de operaciones. Estas ganancias se producen a pesar de una desaceleración mensual estacional en abril, con una ligera disminución de las transacciones de crédito y débito en comparación con marzo, tanto en valor como en volumen.
Un análisis más detallado de las cinco categorías de gasto más importantes revela que el comercio minorista , los grandes almacenes , los agregadores , la gasolina y los restaurantes siguen dominando el panorama de las tarjetas de crédito. Dentro de este segmento, los agregadores —que incluyen plataformas que facilitan pagos digitales y de comercio electrónico— mostraron el crecimiento más significativo, con un aumento interanual del 25,4 % en valor. Los sectores minoristas tradicionales, como los grandes almacenes y el comercio minorista general, les siguieron con aumentos del 15,3 % y el 15,8 % , respectivamente, mientras que el gasto en restaurantes creció un 15,0 % . Las gasolineras registraron un crecimiento más moderado del 10,7 % .
En cuanto a las tarjetas de débito , se observaron patrones similares. Los agregadores lideraron el crecimiento anual del gasto del 22,5% , y los comercios diversos —una categoría diversa que abarca a pequeñas empresas y vendedores locales— experimentaron el mayor aumento, con un 27,6% . Los grandes almacenes y el comercio minorista les siguieron con aumentos del 14,1% y el 10,2% , respectivamente, mientras que las compras de combustible con tarjetas de débito aumentaron un 5,6% .
Los cambios en la ponderación de las categorías dentro del gasto total con tarjeta también ofrecen información sobre la evolución de las preferencias de los consumidores. En el segmento de tarjetas de crédito , el comercio minorista aumentó su cuota de mercado en 0,38 puntos porcentuales , seguido de los hoteles ( +0,24 ), las ferreterías y autopartes ( +0,10 ), las farmacias ( +0,08 ) y el entretenimiento ( +0,06 ). Estos cambios indican un patrón de gasto más diversificado entre los usuarios de tarjetas de crédito, quienes recurren cada vez más a ellas para gastos discrecionales y de viaje.
En el segmento de tarjetas de débito , la reconfiguración es igualmente reveladora. El comercio minorista experimentó el mayor aumento en participación relativa ( +0,60 puntos porcentuales ), seguido del entretenimiento ( +0,20 ), la ferretería y las autopartes ( +0,17 ), la hostelería ( +0,15 ) y los agregadores de servicios ( +0,12 ). Estas tendencias sugieren que las tarjetas de débito se están utilizando con mayor frecuencia para servicios no esenciales y digitales, expandiéndose más allá de su uso tradicional para compras de comestibles y pago de facturas.
En general, el mercado mexicano de pagos con tarjeta se mantiene sólido, marcado por un sólido crecimiento anual y una transición gradual hacia un consumo más digital y diversificado. Los datos más recientes reafirman el papel de los agregadores y el comercio minorista como principales motores de crecimiento, a la vez que destacan la creciente relevancia de los viajes, el entretenimiento y el comercio local en la configuración del cambiante panorama de pagos del país.